Cuando en 1947 se cerro la presa del Arroyo, la fértil vega que formaban el Ebro y el Virga quedó anegada, y con ella también tres aldeas, que asoman de forma fantasmagórica cuando baja el cauce. Expandido a lo largo de 20 kilómetros y una anchura máxima de cuatro, esta descomunal masa de agua parece un mar interior. Con los años, el embalse se ha convertido en zona de invernada de aves migratorias, amén de un calmo escondite en el que practicar vela, windsurf o piragüismo.
Esta es una de mis primeras imágenes en el Pantan
En años de pocas lluvias como el pasado, este es el aspecto que coge este inmenso mar
Esta foto está tomada un día de fuerte temporal, donde parece un océano más que el propio embalse
Por su margen derecha transcurre el ferrocarril de Bilbao la Robla (León)
Otro tramo del dicho ferrocarril, esta vez en pleno Otoño
Aquí, también en Otoño me regaló un atardecer Dorado.
En Primavera es una maravilla para la vista
Muchas gracias por los comentarios, Miguel! un honor recibirlos de ti. Me encanta el encuadre de la primera, y esos tonos tan cálidos casi me hacen sentir el sol en la cara. La tercera parece increible que sea un pantano...pleamar con fuerte
ResponderEliminarmarejada por lo menos, jeje. La sexta con esos tonos, reflejos y además las tres aves completando la imagen es la que más me gusta. Un abrazo, amigo!.
Eres un gran fotógrafo ...
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